38 Jesús respondió:
—Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde también pueda predicar; para esto he venido.
14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
9 »Ustedes deben orar así:
»“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
10 venga tu reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
12 Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.
7 Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
8 Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.
Esta es la historia de Hechos. Captura para nosotros el movimiento del Espíritu de Dios estableciendo y expandiendo el Reino a todos los pueblos. Sus discípulos comenzaron a vivir la vida dependiente del Espíritu que se les enseñó. También proporciona el contexto del movimiento que nos ayuda a aplicar el resto de las cartas del Nuevo Testamento a la misión de Jesús. A través de un período de sólo 30 años, se sentaron las bases para la expansión del Reino, que se caracterizó por su impacto en la sociedad y el desarrollo de nuevos discípulos y nuevas iglesias en todas partes.