Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
(Opcional) Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre. Él quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios y un mediador también entre Dios y el hombre, el hombre Jesucristo, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. (Filipenses 2:11b; 1 Timoteo 2:4-6a)
Ministrar a las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y aliento.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Elija una manera de proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos al:
Comparta la GRAN visión de "Una iglesia para cada pueblo y comunidad, y el Evangelio para cada persona".
12 Muy de mañana los judíos tramaron una conspiración y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que lograran matar a Pablo.13 Más de cuarenta hombres estaban implicados en esta conspiración.14 Se presentaron ante los jefes de los sacerdotes y los ancianos, y les dijeron:
—Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar a Pablo.15 Ahora, con el respaldo del Consejo, pídanle al comandante que haga comparecer al reo ante ustedes, con el pretexto de obtener información más precisa sobre su caso. Nosotros estaremos listos para matarlo en el camino.
16 Pero, cuando el hijo de la hermana de Pablo se enteró de esta emboscada, entró en el cuartel y avisó a Pablo.17 Este llamó entonces a uno de los centuriones y le pidió:
—Lleve a este joven al comandante, porque tiene algo que decirle.
18 Así que el centurión lo llevó al comandante, y le dijo:
—El preso Pablo me llamó y me pidió que le trajera este joven, porque tiene algo que decirle.
19 El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó aparte y le preguntó:
—¿Qué quieres decirme?
20 —Los judíos se han puesto de acuerdo para pedirle a usted que mañana lleve a Pablo ante el Consejo con el pretexto de obtener información más precisa acerca de él.21 No se deje convencer, porque más de cuarenta de ellos lo esperan emboscados. Han jurado bajo maldición no comer ni beber hasta que hayan logrado matarlo. Ya están listos; solo aguardan a que usted les conceda su petición.
22 El comandante despidió al joven con esta advertencia:
—No le digas a nadie que me has informado de esto.
23 Entonces el comandante llamó a dos de sus centuriones y les ordenó:
—Alisten un destacamento de doscientos soldados de infantería, setenta de caballería y doscientos lanceros para que vayan a Cesarea esta noche a las nueve.24 Y preparen cabalgaduras para llevar a Pablo sano y salvo al gobernador Félix.
25 Además, escribió una carta en estos términos:
26 Claudio Lisias,
a su excelencia el gobernador Félix:
Saludos.
27 Los judíos prendieron a este hombre y estaban a punto de matarlo, pero yo llegué con mis soldados y lo rescaté, porque me había enterado de que es ciudadano romano.28 Yo quería saber de qué lo acusaban, así que lo llevé al Consejo judío.29 Descubrí que lo acusaban de algunas cuestiones de su ley, pero no había contra él cargo alguno que mereciera la muerte o la cárcel.30 Cuando me informaron que se tramaba una conspiración contra este hombre, decidí enviarlo a usted en seguida. También les ordené a sus acusadores que expongan delante de usted los cargos que tengan contra él.
31 Así que los soldados, según se les había ordenado, tomaron a Pablo y lo llevaron de noche hasta Antípatris.32 Al día siguiente dejaron que la caballería siguiera con él mientras ellos volvían al cuartel.33 Cuando la caballería llegó a Cesarea, le entregaron la carta al gobernador y le presentaron también a Pablo.34 Félix leyó la carta y preguntó de qué provincia era. Al enterarse de que Pablo era de Cilicia,35 le dijo: «Te daré audiencia cuando lleguen tus acusadores». Y ordenó que lo dejaran bajo custodia en el palacio de Herodes.
Preguntas adicionales que puede utilizar:
Durante toda la vida cristiana de Pablo, los judíos que rechazaron a Jesús también lo rechazaron a él y al Evangelio. Se nos recuerda la enseñanza de Jesús, "si os rechazan, me rechazan a mí, y al que me envió" (Lucas 10:16). Los judíos veían a Pablo como un blasfemo y su mensaje como una amenaza a su propia visión nacionalista interesada del propósito de Dios. Vemos la soberanía de Dios a través del uso del sobrino de Pablo aprendiendo sobre el complot para asesinarlo. En respuesta, el comandante envió 470 tropas romanas para transportar a Pablo a salvo los 112 km (70 millas) a la ciudad costera de Cesarea. El Gobernador Félix lo mantuvo bajo guardia en el palacio de verano del exrey Herodes el Grande (Mateo 2:1; Lucas 1:5). Este ejemplo de la vida de Pablo nos muestra que el Señor está con aquellos que persiguen su propósito del Reino y que el lugar más seguro para estar es en la voluntad del Padre.
Practique el dar y la Santa Cena aquí o en la sección Preparación para la Misión