Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
(Opcional) Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre. Él quiere que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios y un mediador también entre Dios y el hombre, el hombre Jesucristo, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. (Filipenses 2:11b; 1 Timoteo 2:4-6a)
Ministrar a las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y aliento.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Elija una manera de proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos al:
Comparta la GRAN visión de "Una iglesia para cada pueblo y comunidad, y el Evangelio para cada persona".
1 Después de esto, Pablo se marchó de Atenas y se fue a Corinto.2 Allí se encontró con un judío llamado Aquila, natural del Ponto, y con su esposa Priscila. Hacía poco habían llegado de Italia, porque Claudio había mandado que todos los judíos fueran expulsados de Roma. Pablo fue a verlos3 y, como hacía tiendas de campaña al igual que ellos, se quedó para que trabajaran juntos.4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, tratando de persuadir a judíos y a griegos.
5 Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó exclusivamente a la predicación, testificándoles a los judíos que Jesús era el Mesías.6 Pero, cuando los judíos se opusieron a Pablo y lo insultaron, este se sacudió la ropa en señal de protesta y les dijo: «¡Caiga la sangre de ustedes sobre su propia cabeza! Estoy libre de responsabilidad. De ahora en adelante me dirigiré a los gentiles».
7 Entonces Pablo salió de la sinagoga y se fue a la casa de un tal Ticio Justo, que adoraba a Dios y que vivía al lado de la sinagoga.8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que oyeron a Pablo.
9 Una noche el Señor le dijo a Pablo en una visión: «No tengas miedo; sigue hablando y no te calles,10 pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad».11 Así que Pablo se quedó allí un año y medio, enseñando entre el pueblo la palabra de Dios.
12 Mientras Galión era gobernador de Acaya, los judíos a una atacaron a Pablo y lo condujeron al tribunal.
13 —Este hombre —denunciaron ellos— anda persuadiendo a la gente a adorar a Dios de una manera que va en contra de nuestra ley.
14 Pablo ya iba a hablar cuando Galión les dijo:
—Si ustedes los judíos estuvieran entablando una demanda sobre algún delito o algún crimen grave, sería razonable que los escuchara.15 Pero, como se trata de cuestiones de palabras, de nombres y de su propia ley, arréglense entre ustedes. No quiero ser juez de tales cosas.
16 Así que mandó que los expulsaran del tribunal.17 Entonces se abalanzaron todos sobre Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal. Pero Galión no le dio ninguna importancia al asunto.
18 Pablo permaneció en Corinto algún tiempo más. Después se despidió de los hermanos y emprendió el viaje rumbo a Siria, acompañado de Priscila y Aquila. En Cencreas, antes de embarcarse, se hizo rapar la cabeza a causa de un voto que había hecho.19 Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus acompañantes y entró en la sinagoga, donde se puso a discutir con los judíos.20 Estos le pidieron que se quedara más tiempo con ellos. Él no accedió,21 pero al despedirse les prometió: «Ya volveré, si Dios quiere». Y zarpó de Éfeso.22 Cuando desembarcó en Cesarea, subió a Jerusalén a saludar a la iglesia y luego bajó a Antioquía.
Preguntas adicionales que puede utilizar:
Corinto fue una importante ciudad económica en el mundo antiguo conocida por su cultura inmoral. Cuando Pablo llegó, conoció a Aquila y Priscila, que acababa de llegar de Roma. Eran gente de negocios de ideas afines que se convirtió en un poderoso equipo de plantación de iglesias de marido y mujer. Pablo trabajó junto a ellos en los negocios y el ministerio. Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, trajeron apoyo financiero y noticias de cómo estaban los nuevos creyentes en Tesalónica (1 Tesalonicenses 3:2). Pablo escribió sus dos cartas a los discípulos en Tesalónica mientras estaba plantando iglesias en Corinto. Pablo enfrentó mucha presión social y luchó contra los temores (Hechos 18:9), pero el Señor le dijo que siguiera adelante. Lee 1 Corintios 1:14-16. Un gran número de personas llegaron a la fe en Jesús, sin embargo, en la carta de Pablo a los Corintios descubrimos que Pablo sólo bautizó a los primeros creyentes. Aprendemos la importancia de empoderar a los nuevos creyentes para la misión de hacer discípulos, bautizarlos y enseñarles tal como Jesús mandó.
Practique el dar y la Santa Cena aquí o en la sección Preparación para la Misión