Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
11 ... para gloria de Dios Padre.
4 pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.5 Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,6 quien dio su vida como rescate por todos. Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo,
Ministrar a las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y aliento.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Elija una manera de proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos al:
Comparta la GRAN visión de "Una iglesia para cada pueblo y comunidad, y el Evangelio para cada persona".
26 Un ángel del Señor le dijo a Felipe: «Ponte en marcha hacia el sur, por el camino del desierto que baja de Jerusalén a Gaza».27 Felipe emprendió el viaje, y resulta que se encontró con un etíope eunuco, alto funcionario encargado de todo el tesoro de la Candace, reina de los etíopes. Este había ido a Jerusalén para adorar28 y, en el viaje de regreso a su país, iba sentado en su carroza, leyendo el libro del profeta Isaías.29 El Espíritu le dijo a Felipe: «Acércate y júntate a ese carro».
30 Felipe se acercó de prisa a la carroza y, al oír que el hombre leía al profeta Isaías, le preguntó:
—¿Acaso entiende usted lo que está leyendo?
31 —¿Y cómo voy a entenderlo —contestó— si nadie me lo explica?
Así que invitó a Felipe a subir y sentarse con él.32 El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era el siguiente:
«Como oveja, fue llevado al matadero;
y como cordero que enmudece ante su trasquilador,
ni siquiera abrió su boca.
33 Lo humillaron y no le hicieron justicia.
¿Quién describirá su descendencia?
Porque su vida fue arrancada de la tierra».
34 —Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —le preguntó el eunuco a Felipe.
35 Entonces Felipe, comenzando con ese mismo pasaje de la Escritura, le anunció las buenas nuevas acerca de Jesús.36 Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el eunuco:
—Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?
38 Entonces mandó parar la carroza, y ambos bajaron al agua, y Felipe lo bautizó.39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor se llevó de repente a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, pero siguió alegre su camino.40 En cuanto a Felipe, apareció en Azoto, y se fue predicando el evangelio en todos los pueblos hasta que llegó a Cesarea.
Preguntas adicionales que puede utilizar:
El Espíritu interrumpió el exitoso ministerio de Felipe en Samaria enviándolo al punto más meridional de Israel para conocer a una persona de paz muy estratégica. Felipe mostró su corazón obediente y una sensibilidad hacia el Espíritu al ir sin saber los detalles de por qué estaba siendo enviado. El líder etíope que conoció era un hombre no judío que había aceptado la fe judía. Como persona no judía y eunuco (alguien que había sido castrado para servir a una corte femenina), no sería considerado plenamente aceptable para la fe judía. ¡Pero Jesús estaba listo para aceptarlo! El Señor había estado preparando el corazón del etíope y usó a Felipe para decirle las buenas nuevas. Felipe siguió el mismo patrón de bautismo que aprendió mientras estaba en Jerusalén y también usó en Samaria. El etíope creyó y fue bautizado inmediatamente. Felipe compartió el Evangelio en todas las ciudades a lo largo de la costa de Israel. Finalmente se estableció en Cesarea, que era la gran ciudad portuaria internacional de Israel y la sede del poder romano en la provincia.
Practique el dar y la Santa Cena aquí o en la sección Preparación para la Misión