Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre.
4 pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.5 Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,6 quien dio su vida como rescate por todos. Este testimonio Dios lo ha dado a su debido tiempo,
Ministrar las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y ánimo.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Elija una manera de proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos al:
Comparta la GRAN visión de "Una iglesia para cada ciudad y comunidad, y el Evangelio para cada persona”
28 Unos ocho días después de decir esto, Jesús, acompañado de Pedro, Juan y Jacobo, subió a una montaña a orar.29 Mientras oraba, su rostro se transformó, y su ropa se tornó blanca y radiante.30 Y aparecieron dos personajes —Moisés y Elías— que conversaban con Jesús.31 Tenían un aspecto glorioso, y hablaban de la partida de Jesús, que él estaba por llevar a cabo en Jerusalén.32 Pedro y sus compañeros estaban rendidos de sueño, pero, cuando se despabilaron, vieron su gloria y a los dos personajes que estaban con él.33 Mientras estos se apartaban de Jesús, Pedro, sin saber lo que estaba diciendo, propuso:
—Maestro, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.
34 Estaba hablando todavía cuando apareció una nube que los envolvió, de modo que se asustaron.35 Entonces salió de la nube una voz que dijo: «Este es mi Hijo, mi escogido; escúchenlo».36 Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Los discípulos guardaron esto en secreto, y por algún tiempo a nadie contaron nada de lo que habían visto.
Preguntas adicionales que puede utilizar:
Seis días después de la confesión de Pedro acerca de quién es Jesús, Jesús comienza a enseñar acerca del sufrimiento como parte de la expansión del Reino. Jesús selecciona a tres de los doce líderes y los distingue. Pedro, Santiago y Juan se acercan aún más para que Jesús pueda revelar más de quién es Él y darles instrucción especial como los líderes de los líderes. Deja a los nueve y lleva a los tres hasta la cima de una montaña y les permite ver toda Su gloria revelada. En la cima de la montaña escuchan la voz del Padre afirmando a Jesús, Su Hijo. Aunque Moisés y Elías fueron héroes para el pueblo judío, el Padre pone a Jesús más alto que todos los demás y les dice a los tres que "lo escuchen".
1 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, el hermano de Jacobo, y los llevó aparte, a una montaña alta.2 Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz.3 En esto, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús.4 Pedro le dijo a Jesús:
—Señor, ¡qué bueno sería que nos quedemos aquí! Si quieres, levantaré tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.
5 Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!»
6 Al oír esto, los discípulos se postraron sobre su rostro, aterrorizados.7 Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó.
—Levántense —les dijo—. No tengan miedo.
8 Cuando alzaron la vista, no vieron a nadie más que a Jesús.
9 Mientras bajaban de la montaña, Jesús les encargó:
—No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre resucite.
10 Entonces los discípulos le preguntaron a Jesús:
—¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero?
11 —Sin duda Elías viene, y restaurará todas las cosas —respondió Jesús—.12 Pero les digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron, sino que hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera va a sufrir el Hijo del hombre a manos de ellos.
13 Entonces entendieron los discípulos que les estaba hablando de Juan el Bautista.
2 Seis días después Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó a una montaña alta, donde estaban solos. Allí se transfiguró en presencia de ellos.3 Su ropa se volvió de un blanco resplandeciente como nadie en el mundo podría blanquearla.4 Y se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Jesús.5 Tomando la palabra, Pedro le dijo a Jesús:
—Rabí, ¡qué bien que estemos aquí! Podemos levantar tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.
6 No sabía qué decir, porque todos estaban asustados.7 Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!»
8 De repente, cuando miraron a su alrededor, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
9 Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre se levantara de entre los muertos.10 Guardaron el secreto, pero discutían entre ellos qué significaría eso de «levantarse de entre los muertos».
11 —¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero? —le preguntaron.
12 —Sin duda Elías ha de venir primero para restaurar todas las cosas —respondió Jesús—. Pero, entonces, ¿cómo es que está escrito que el Hijo del hombre tiene que sufrir mucho y ser rechazado?13 Pues bien, les digo que Elías ya ha venido, y le hicieron todo lo que quisieron, tal como está escrito de él.
Practique la entrega y la comunión aquí o en la sección Preparación para la Misión
Practique las habilidades necesarias o temas previos para ayudar a prepararse para ministrar a los demás: