Alrededor de finales del 27 d.C - finales del 28 d.C Reclutar, entrenar y movilizar a un equipo misionero en crecimiento para la siembra y hacer nuevos discípulos
Período 3: Entrenamiento ministerial
16 Pasando por la orilla del mar de Galilea, Jesús vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al lago, pues eran pescadores.17 «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré pescadores de hombres».18 Al momento dejaron las redes y lo siguieron.
19 Un poco más adelante vio a Jacobo y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en su barca remendando las redes.20 En seguida los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con Jesús.
13 De nuevo salió Jesús a la orilla del lago. Toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.14 Al pasar vio a Leví hijo de Alfeo, donde este cobraba impuestos.
—Sígueme —le dijo Jesús.
Y Leví se levantó y lo siguió.
15 Sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y pecadores se sentaron con él y sus discípulos, pues ya eran muchos los que lo seguían.16 Cuando los maestros de la ley que eran fariseos vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos:
—¿Y este come con recaudadores de impuestos y con pecadores?
17 Al oírlos, Jesús les contestó:
—No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Período 4: Expansión del alcance
21 Entraron en Capernaúm y, tan pronto como llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y se puso a enseñar.22 La gente se asombraba de su enseñanza, porque la impartía como quien tiene autoridad y no como los maestros de la ley.23 De repente, en la sinagoga, un hombre que estaba poseído por un espíritu maligno gritó:
24 —¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!
25 —¡Cállate! —lo reprendió Jesús—. ¡Sal de ese hombre!
26 Entonces el espíritu maligno sacudió al hombre violentamente y salió de él dando un alarido.27 Todos se quedaron tan asustados que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una enseñanza nueva, pues lo hace con autoridad! Les da órdenes incluso a los espíritus malignos, y le obedecen».28 Como resultado, su fama se extendió rápidamente por toda la región de Galilea.
29 Tan pronto como salieron de la sinagoga, Jesús fue con Jacobo y Juan a casa de Simón y Andrés.30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y en seguida se lo dijeron a Jesús.31 Él se le acercó, la tomó de la mano y la ayudó a levantarse. Entonces se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
32 Al atardecer, cuando ya se ponía el sol, la gente le llevó a Jesús todos los enfermos y endemoniados,33 de manera que la población entera se estaba congregando a la puerta.34 Jesús sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades. También expulsó a muchos demonios, pero no los dejaba hablar porque sabían quién era él.
35 Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.36 Simón y sus compañeros salieron a buscarlo.
37 Por fin lo encontraron y le dijeron:
—Todo el mundo te busca.
38 Jesús respondió:
—Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde también pueda predicar; para esto he venido.
39 Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.
Este alcance ampliado se caracteriza por una aceleración del movimiento, pero también trae una mayor oposición (Marcos 3:6).
6 Tan pronto como salieron los fariseos, comenzaron a tramar con los herodianos cómo matar a Jesús.