Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
28 No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.29 ¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre;30 y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza.
11 ... para gloria de Dios Padre.
4 pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad.5 Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,6 quien dio su vida como rescate por todos.
Ministrar las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y ánimo.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos.
Ejemplo: Lee Hebreos 10:19-25.
19 Así que, hermanos, mediante la sangre de Jesús, tenemos plena libertad para entrar en el Lugar Santísimo,20 por el camino nuevo y vivo que él nos ha abierto a través de la cortina, es decir, a través de su cuerpo;21 y tenemos además un gran sacerdote al frente de la familia de Dios.22 Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y exteriormente lavados con agua pura.23 Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.24 Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.25 No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca.
Dios les dio a los judíos una celebración especial llamada la Pascua para recordar cómo los liberó de la esclavitud en Egipto. La noche antes de que Jesús muriera en la cruz, celebró la Pascua con Sus discípulos y explicó cómo la Pascua se refería a Él.
14 Cuando llegó la hora, Jesús y sus apóstoles se sentaron a la mesa.15 Entonces les dijo:
—He tenido muchísimos deseos de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer,16 pues les digo que no volveré a comerla hasta que tenga su pleno cumplimiento en el reino de Dios.
17 Luego tomó la copa, dio gracias y dijo:
—Tomen esto y repártanlo entre ustedes.18 Les digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta que venga el reino de Dios.
19 También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo:
—Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
20 De la misma manera tomó la copa después de la cena, y dijo:
—Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por ustedes.
Jesús modeló a Sus seguidores una manera de recordar Su muerte sacrificial en la cruz. [Toma un pedazo de pan] El pan representa Su cuerpo que fue roto por nosotros. [Muéstreles vino o jugo] La bebida representa Su sangre que fue derramada por nosotros y abrió un nuevo camino para relacionarse con Dios. También les ordenó que siguieran practicándolo.
23 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,24 y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí».25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí».26 Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su propia condena.30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto.
23 Yo recibí del Señor lo mismo que les transmití a ustedes: Que el Señor Jesús, la noche en que fue traicionado, tomó pan,24 y, después de dar gracias, lo partió y dijo: «Este pan es mi cuerpo, que por ustedes entrego; hagan esto en memoria de mí».25 De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; hagan esto, cada vez que beban de ella, en memoria de mí».26 Porque cada vez que comen este pan y beben de esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que él venga.
27 Por lo tanto, cualquiera que coma el pan o beba de la copa del Señor de manera indigna será culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor.28 Así que cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa.29 Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo come y bebe su propia condena.30 Por eso hay entre ustedes muchos débiles y enfermos, e incluso varios han muerto.