Lee un pasaje de las Escrituras y practiquen un canto de adoración.
1 Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra;
2 adoren al Señor con regocijo.
Preséntense ante él
con cánticos de júbilo.
3 Reconozcan que el Señor es Dios;
él nos hizo, y somos suyos.
Somos su pueblo, ovejas de su prado.
4 Entren por sus puertas con acción de gracias;
vengan a sus atrios con himnos de alabanza;
denle gracias, alaben su nombre.
5 Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno;
su fidelidad permanece para siempre.
Ministrar las necesidades de los demás en oración, consejo bíblico y ánimo.
Alentar la responsabilidad amorosa de obedecer a Jesús
Proyectar visión de quiénes pueden llegar a ser en Cristo o lo que Dios puede hacer a través de ellos.
Ejemplo: Lea Efesios 2:1-10.
1 En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados,2 en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia.3 En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios.4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!6 Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,7 para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios,9 no por obras, para que nadie se jacte.10 Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
¿No es increíble? Estábamos muertos en nuestros pecados, pero Dios nos ha dado vida. Él hizo todo esto para que pudieras llevar a cabo las buenas obras que Él ha preparado para ti. ¡Nuestras vidas están llenas de propósito y significado! Animemos a cada uno recordándonos a nosotros mismos estas verdades.
Durante una fiesta judía llamada Pentecostés, judíos de todas partes del mundo estaban en Jerusalén. Dios envió el Espíritu Santo sobre 120 de Sus seguidores que se habían reunido. A través del poder del Espíritu, los 120 seguidores comenzaron a hablar en los idiomas de los visitantes de todo el mundo. Pedro comenzó a predicar a una multitud sobre la muerte y resurrección de Jesús, demostrando que Él era el Mesías. Como resultado, 3.000 personas creyeron y fueron bautizadas. Pero ¿qué vino después de que creyeron?
41 Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas.42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.43 Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles.44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común:45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno.46 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Lee Mateo 16:18.
18 Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.